sábado, 30 de abril de 2011

¿QUÉ ENTENDEMOS POR "VIRTUD"?



En este conocido pasaje de la "Ética a Nicómaco" aborda Aristóteles la definición de la virtud y nos explica cómo entender la regla del término medio.

Ética Nicomaquea, Libro II

Capítulo V

1.
Examinemos enseguida qué sea la virtud. Puesto que todo lo que se da en el alma son pasiones, potencias y hábitos, la virtud deberá ser alguna de estas tres cosas.

Llamo pasiones al deseo, la cólera, el temor, la audacia, la envidia, la alegría, el sentimiento amistoso, el odio, la añoranza, la emulación, la piedad, y en general a todas las afecciones a las que son concomitantes el placer o la pena. Llamo potencias a las facultades que nos hacen pasibles de esos estados, como son las que nos hacen capaces de airarnos o contristarnos o compadecernos. Y llamo hábitos a las disposiciones que nos hacen conducirnos bien o mal en lo que respecta a las pasiones, como si, por ejemplo, al airarnos lo hacemos con vehemencia o remisamente, estaremos mal dispuestos, y si con medida, bien, y así en las demás pasiones.

2.
Ni las virtudes ni los vicios son, por tanto, pasiones, Como quiera que no se nos declara virtuosos o viciosos según nuestras pasiones, sino según nuestras virtudes o vicios No es por las pasiones por lo que se nos alaba o censura: no se elogia al temeroso o al airado, ni se reprocha el que alguno monte en cólera por este solo hecho, sino por la manera o circunstancias. Por lo contrario se nos dispensa alabanza o censura por las virtudes y vicios.

Allende de esto, no depende de nuestra elección airarnos o temer, mientras que las virtudes sí son elecciones o por lo menos no se dan sin elección.

3.
Finalmente, dícese que somos movidos por las pasiones, mientras que, por las virtudes y vicios no somos movidos, sino que estamos de tal o tal modo dispuestos.

Por los mismos motivos las virtudes no son tampoco potencias, como quiera que no se nos llama buenos o malos ni se nos elogia o censura por la simple capacidad de tener pasiones. Y además, si poseernos estas capacidades por naturaleza, no venimos a ser buenos o malos por naturaleza. Con antelación nos hemos explicado acerca de esto punto.

Si, pues, las virtudes no son ni pasiones ni potencias, no queda sino que sean hábitos. Con lo cual está dicho a qué género pertenece la virtud.

Capítulo VI

1.
No basta, empero, con decir así que la virtud es un hábito, sino que es preciso decir cuál. Digamos, pues, que toda virtud perfecciona la buena disposición de aquello cuya virtud es, y produce adecuadamente su obra propia: como, por ejemplo, la virtud del ojo hace bueno al ojo y a su función: por la virtud del ojo vemos bien. Del mismo modo la virtud del caballo le hace ser buen caballo, apto para correr, para llevar al jinete y para esperar al enemigo.
Si así es, pues, en todos los casos, la virtud del hombre será entonces aquel hábito por el cual el hombre se hace bueno y gracias al cual realizará bien la obra que le es propia.
Cómo sea esto posible, lo hemos dicho ya, pero se tornará más claro aún, si consideramos cuál es la naturaleza de la virtud.

2.
En toda cantidad continua y divisible puede distinguirse lo más, lo menos y lo igual, y esto en la cosa misma o bien con relación a nosotros. Pues bien, lo igual es un medio entre el exceso y el defecto. Llamo término medio de una cosa a lo que dista igualmente de uno y otro de los extremos, lo cual es uno y lo mismo para todos. Mas con respecto a nosotros el medio es lo que no es excesivo ni defectuoso, pero esto ya no es uno ni lo mismo para todos. Por ejemplo: sí diez es mucho y dos poco, tomamos seis como término medio en la cosa, puesto que por igual excede y es excedido, y es el término medio según la proporción aritmética. Para nosotros, en cambio, ya no puede tomarse así. Si para alguien es mucho comer por valor de diez minas y poco por valor de dos, no por esto el maestro de gimnasia prescribirá una comida de seis minas, pues también esto podría ser mucho o poco para quien hubiera de tomarla: poco para Milón, y mucho para quien empiece los ejercicios gimnásticos. Y lo mismo en la carrera y en la lucha. Así, todo conocedor rehuye el exceso y el defecto, buscando y prefiriendo el término medio, pero el término medio no de la cosa, sino para nosotros.

3.
Si, por tanto, todo arte o ciencia consuma bien su obra mirando al término medio y encaminando a él los trabajos - y de aquí que a menudo se diga de las bellas obras de arte que no es posible ni quitarles ni añadirles nada, dando a entender que el exceso y el defecto estragan la perfección, en tanto que el término medio la conserva-, si, pues, como decimos, los buenos artífices operan atendiendo a esto, y si, por otra parte, la virtud, corno la naturaleza, es más exacta y mejor que todo arte, ella también, de consiguiente, deberá apuntar al término medio.

4.
Hablo, bien entendido, dela virtud moral, que tiene por materia pasiones y acciones, en las cuales hay exceso y defecto y término medio. Así por ejemplo, en el tener miedo, el tener audacia, el desear, el airarse, el compadecerse, y en general en el tener placer o dolor, hay su más y su menos, y ninguno de ambos está bien. Pero experimentar esas pasiones cuando es menester, en las circunstancias debidas, con respecto a tales o cuales personas, por una causa justa y de la manera apropiada, he ahí el término medio, que es al mismo tiempo lo mejor, y esto es lo propio de la virtud.

5.
En las acciones, asimismo, hay exceso y defecto y término medio. La virtud, por tanto, tiene por materia pasiones y acciones en las cuales se peca por exceso y se incurre en censura por defecto, mientras que el término medio obtiene la alabanza y el éxito, doble resultado propio de la virtud. En consecuencia, la virtud es una posición intermedia, puesto que apunta al término medio.

6.
Hay que añadir aún que de muchas maneras puede uno errar, pues el mal, como se lo representaban los pitagóricos, pertenece a lo infinito, y el bien a lo finito, y de una sola manera es el acierto. Por lo cual lo uno es fácil, lo otro difícil: fácil el fallar la mira, difícil el dar en ella. Y por esto, en fin, es propio del vicio el exceso y el defecto, y de la virtud la posición intermedia:

"Los buenos lo son de un modo único, y de todos modos los malos."
7.
La virtud es, por tanto, un hábito selectivo, consistente en una posición intermedia para nosotros, determinada por la razón y tal como la determinaría el hombre prudente. Posición intermedia entre dos vicios, el uno por exceso y el otro por defecto. Y así, unos vicios pecan por defecto y otros por exceso de lo debido en las pasiones y en las acciones, mientras que la virtud encuentra y elige el término medio. Por lo cual según su sustancia y la definición que expresa su esencia, la virtud es medio, pero desde el punto de vista de la perfección y del bien, es extremo.

8.
No toda acción, empero, ni toda pasión admiten una posición intermedia. Algunas se nombran precisamente implicadas con su perversión, como la alegría del mal ajeno, la impudencia, la envidia; y entre las acciones el adulterio, el robo, el homicidio. Todas estas cosas son objeto de censura por ser ruines en sí mismas, y no por sus excesos ni por sus defectos. Con respecto a ellas no hay manera de conducirse rectamente jamás, sino que siempre se yerra. No hay en estos asuntos un hacer bien o un no hacer bien, como en punto a con qué mujer o cómo o cuándo cometer adulterio, sino que sencillamente el hacer cualquiera de estas cosas es errar.

9.
Sería igualmente absurdo pretender que en la injusticia, la cobardía y el desenfreno pudiese haber un medio, un exceso y un defecto porque entonces habría un medio del exceso y del defecto, y un exceso del exceso y un defecto del defecto. Así como en la templanza y en la valentía no hay exceso ni defecto, por ser el término medio en cierto modo un extremo, tampoco en aquellas cosas hay medio ni exceso ni defecto, sino que como quiera que se obre, se yerra. En suma, no hay término medio del exceso ni del defecto, como tampoco exceso ni defecto del término medio.

Según la versión de Antonio Gómez Robledo [http://es.wikipedia.org/wiki/Antonio_Gómez_Robledo], ed. Porrúa, México, 1967.

Nota sobre la traducción del título.
¿"Ética a Nicómaco" o "Ética Nicomaquea"? Comentario de Antonio Gómez Robledo en su Introducción a la "Ética Nicomaquea":

"Bajo el nombre de Aristóteles, en efecto, han circulado por siglos, como expositoras de la doctrina moral del filósofo, estas tres obras: Gran Etica, Etica Eudemia y Etica Nicomaquea. Y escribimos los nombres de las dos últimas así con sus adjetivos, y no "a Eudemo" y "a Nicómaco", como se decía antes (no en griego ni en latín, sino en romance), y que era un puro disparate, ya que, como advierten Grant y Jaeger, al dilucidar el punto definitivamente, la costumbre de las dedicatorias era aún completamente desconocida en tiempo de Aristóteles, y no hay indicio alguno de que hubiera tratado él de establecerla. Debe, por tanto, restaurarse de una vez por todas la recta interpretación de la más alta antigüedad, que no vio en los susodichos adjetivos sino los nombres de dos editores de diversos escritos morales de Aristóteles, y que fueron su hijo Nicómaco y su discípulo Eudemo de Rodas."


Fuente: http://www.webdianoia.com/imprimir.php



TRABAJO PRÁCTICO Nº 1:

1) ¿QUÉ ENTIENDE POR VIRTUD ESTE PENSADOR?
2) ¿CORRESPONDE ESTA DEFINICIÓN AL SENTIDO COMUN IMPERANTE?
3) ¿TE ANIMÁS A DEFINIR UN EJEMPLO DE VIRTUD QUE SE AÑADA A LOS REFERIDOS POR EL AUTOR?
4) ¿EN TODOS LOS ÓRDENES DE LA VIDA "EL JUSTO" MEDIO ES UNA SABIA MEDIDA?

sábado, 16 de abril de 2011

CONCEPTOS BÁSICOS ÉTICA COMO FILOSOFÍA MORAL



1. Leemos en el siguiente libro electrónico el primer capítulo (pág. 17 a 23) del libro "Ética Mínima" de la filósofa española Adela Cortina, en donde explica cuáles son las condiciones para comenzar a hablar de Ética.

El link para acceder al libro es:




Ética mínima

(deben hacer click con el mouse sobre el título del libro)

SOBRE ETICA, MORAL Y POLITICA: LIBERTAD Y RESPONSABILIDAD

A partir de la lectura del siguiente texto reflexionamos en torno a los móviles para actuar que tuvo este joven


UN HOMBRE DE 24 AÑOS, EX ALUMNO, MATO A POR LO MENOS DOCE NIÑOS E HIRIO A MAS DE VEINTE PERSONAS

Una masacre en una escuela de Río de Janeiro conmovió ayer a la sociedad brasileña. Un joven de 24 años, ex alumno de la institución, ingresó y mató a balazos a por lo menos doce niños e hirió a más de veinte personas. Tras enfrentarse con la policía, que llegó de inmediato al lugar, el homicida se pegó un tiro en la cabeza. El asesino dejó una carta cargada de misticismo en la que daba cuenta de su plan. Consternados, desde el gobierno de Dilma Rousseff manifestaron que se encontraban ante “una tragedia sin precedentes” y decretaron tres días de luto.

Pasadas las 8.30, horario del ingreso a la escuela, los 400 alumnos de entre 9 y 14 años de la primaria municipal Tasso da Silveira, ubicada en popular barrio Realengo, se vieron sorprendidos por una seguidilla de disparos en el interior del edificio. El responsable de los tiros era Wellington Menezes de Oliveira, de 24 años, ex alumno de ese colegio, quien ingresó al establecimiento sin generar la más mínima sospecha de lo que iría a realizar. “Empleados de la escuela dijeron que el joven llegó bien vestido, cargando una bolsa, y dijo que había sido llamado para conversar con alumnos, para una conferencia. Así accedió al tercer piso del edificio”, explicó tras el ataque el coronel Evandro Bezerra, vocero del cuerpo de bomberos local.

En medio del tiroteo, que duró entre cinco y diez minutos, los maestros intentaron evitar que los chicos fueran alcanzados por los disparos. Pamela, una estudiante de 13 años, contó que al oír los tiros “los profesores llevaron a los alumnos al auditorio del último piso, bloquearon la puerta con armarios” y esperaron en medio de gritos. Otros niños, algunos con heridas de bala, comenzaron a correr de forma desesperada para poder escapar de la escuela. Elizer, vecino de la primaria Tasso da Silveira, contó cómo unos chicos le golpearon la puerta de su hogar en busca de ayuda. “Dos niños corrieron a mi casa, estaban disparando en todas las direcciones. Mi hija y mis dos sobrinos estaban allí. Pero están bien”, narró el hombre. En tanto que Eluzia, quien vive frente al colegio, celebró que su hijo de 10 años haya podido escapar: “El miró por la ventana al escuchar los tiros, y aunque no vio nada, comenzó a correr hacia la puerta y gracias a Dios está bien”. “Vi mucha gente más corriendo, baleada, fue horrible”, describió.

Según los relatos de quienes asistieron a la escena del múltiple crimen, Menezes de Oliveira llegó al lugar con un plan concreto: matar y luego suicidarse. “Vino a la escuela preparado para hacer eso. La carta que fue encontrada con él es algo que no puede salir de una cabeza normal”, fue el análisis de Bezerra. El texto que dejó el joven señalaba: “Deben saber que los impuros no podrán tocarme sin guantes, solamente los castos o los que perdieron sus castidades luego del casamiento y no se envolvieron en adulterio podrán tocarme sin guantes”.

Menezes de Oliveira, hijo adoptivo que había abandonado ocho meses atrás la casa de sus padres, dejó instrucciones de que su cuerpo sea desvestido, bañado y envuelto en una mortaja blanca que, según indicó, había llevado a la escuela. En torno de estas expresiones místicas, la hermana del agresor dijo a la prensa que en el último tiempo el joven se había acercado al Islam. El asesino también dejó indicaciones para que su casa sea donada a una sociedad benéfica protectora de animales y solicitó que en los posible su cuerpo sea enterrado junto al de su madre.

Los agentes policiales llegaron de inmediato al lugar debido a que hacían un operativo de rutina en las proximidades de la escuela, y algunos alumnos heridos, sumado al ruido de los disparos, los alertaron de lo que acontecía. Un oficial entró en el edificio y “logró herir (a Menezes de Oliveira) en una pierna, pero el hombre se mató de un disparo en la cabeza”, señaló Djalma Beltrami, coronel de la Policía Militar. “Si los policías no llegaban tan rápido la tragedia habría sido todavía mayor, porque el hombre tenía mucha munición, y cargaba dos armas”, evaluó el jefe policial.

Horas después del ataque, el secretario de Salud de Río de Janeiro, Sergio Cortes, precisó que “son niñas la mayoría de los asesinados” al dar el balance de muertos y heridos ante los medios de prensa. Cortes reportó 13 muertos, incluido el agresor, y 22 heridos, entre los que había funcionarios del colegio. Los heridos fueron derivados en un primer momento al Hospital Estadual Albert Schweitzer, y luego se trasladó a algunas víctimas a otras instituciones médicas según la gravedad del caso. Enterada de la trágica noticia, la presidenta Dilma Rousseff mostró su dolor ante el hecho y decretó tres días de duelo. “Todos debemos estar unidos en repudio de este acto de violencia contra niños indefensos. Este tipo de crimen no era característico en nuestro país”, reflexionó la primera mandataria. En el marco de un acto de gobierno, Rousseff solicitó un minuto de silencio “en homenaje a esos brasileñitos” que perdieron la vida “tan pronto”. Por su parte, desde Porto Alegre, el ministro brasileño de Educación, Fernando Haddad, consideró que esta masacre “es una tragedia sin precedentes en Brasil”.

Fuente http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-165842-2011-04-08.html